Mirando el presente para proyectar el futuro

Los números son reveladores, aunque deben considerarse como una representación de la realidad de nuestras iglesias y no como una base definitiva sobre su situación exacta. Una encuesta realizada en abril de 2024 a casi 50 líderes y pastores de jóvenes de la Iglesia de Dios nos muestra una situación preocupante sobre el presente y futuro de nuestra juventud.

Considerando la Generación Emergente desde la preadolescencia (9 a 12 años), la adolescencia (13 a 18 años), la juventud (19 a 26 años) y los jóvenes adultos (29 a 39 años), los extremos generacionales están marcados por un 22% cada uno.

Dentro de la población actual, el 28,5% tiene entre 19 y 26 años, siendo este el grupo más numeroso, siguiéndole la adolescencia con 26,3% pero el siguiente escalón baja al 22,4%. Estamos observando una disminución en la asistencia de los jóvenes adultos a nuestras iglesias (no necesariamente a las reuniones de jóvenes).

Si analizamos los números objetivamente, llegaríamos a la conclusión de que si no realizamos acciones significativas en nuestros ministerios, los grupos juveniles del futuro disminuirán en relación con la situación actual.

Necesitamos implementar actividades, pero sobre todo establecer vínculos que sean realmente relevantes en la vida de nuestros jóvenes, y que ellos puedan ver en nosotros mentores capaces de involucrarnos en sus vidas y proporcionarles herramientas y recursos útiles.

Este es un llamado a avanzar, pero con una visión enfocada en establecer vínculos significativos. Deberemos tener las habilidades y por sobre todas las cosas la guía del Espíritu Santo para hacernos comprender cuáles la mejor manera de retener a los jóvenes y poder motivarles a que transiten un discipulado significativo.

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